jueves, 31 de octubre de 2013

Osio de Córdoba, "testigo apostólico y valiente del Evangelio"

Con estas palabras ha calificado el Cardenal Rouco Varela al Obispo cordobés del siglo IV en la Eucaristía de clausura del Congreso Internacional de Osio, celebrada en la Catedral.

El Congreso Internacional de Osio de Córdoba, celebrado del 28 al 31 de octubre, se ha clausurado litúrgicamente con una Eucaristía, celebrada en la Catedral de Córdoba, que ha estado presidida por el Cardenal Antonio María Rouco Varela y concelebrada por el Obispo de Córdoba, don Demetrio Fernández González, y el Delegado del Pontificio Consejo para la Cultura, Carlos Alberto de Pinho Moreira, junto a una veintena de sacerdotes.

Al comienzo de la Misa el Obispo de Córdoba ha agradecido el esfuerzo realizado por el Cardenal para estar presente en la Eucaristía, “lo cual significa la importancia que le ha querido dar a esta clausura y a este acontecimiento”. Asimismo ha agradecido también a los profesores y a los organizadores el trabajo realizado.

Por su parte Mons. Rouco Varela en la homilía ha valorado lo que ha sido el Congreso desde “la perspectiva de la gracia de la fe y del amor de Dios que permite hacer ciencia humana, aplicar la razón a las fuentes y a los criterios de la fe”. De igual modo, ha destacado que este Congreso ha tratado de “volver al origen de las fuentes mismas de la trasmisión de la fe” en un tiempo “en el que las dudas y las controversias dentro de la Iglesia se dirigen al misterio central de Cristo” y frente a lo que Osio se mantiene como “un testigo apostólico y valiente del Evangelio”.

De otro lado, ha incidido en la importancia de la publicación del Edicto de Milán, del cual se celebra el 1700 aniversario, que supone “el cese de las persecuciones de los cristianos y un paso decisivo a vivir la verdad religiosa como un derecho”, aunque esto no se hará realidad, según ha puntualizado el Cardenal, hasta siglos posteriores. Finalmente, ha invitado a la asamblea a tener la valentía de Osio para ser testigos de Cristo en este tercer milenio de la historia de la cristiandad.

Diócesis de Córdoba 31/10/2013

martes, 29 de octubre de 2013

Se abre el Congreso Internacional de Osio de Córdoba

Cinco ponencias iniciarán la primera jornada de un evento en el que están participando más de 200 personas.

El Congreso Internacional de Osio de Córdoba que se celebra del 28 al 31 de octubre, en el Palacio Episcopal, se ha inaugurado esta mañana con la intervención del Obispo de Córdoba, don Demetrio Fernández, quien ha destacado la relevancia de este evento para “hacer confluir las investigaciones y que, como un potente proyector, hacer que la figura de Osio salga a la luz y a la historia”. En este sentido, el evento ha congregado a más de 200 personas y una quincena de prestigiosos expertos que abordarán la figura de este insigne obispo cordobés del siglo IV desde diversas disciplinas, al tiempo que ha contado con la presencia del Bibliotecario del Vaticano, el cardenal Jean-Louis Brugués.

Por su parte, el comisario del Congreso, Antonio Javier Reyes, ha afirmado que la pretensión de este acontecimiento es sobre todo: “rendir homenaje a un Obispo que hizo de la ciudad de Córdoba una ciudad muy conocida durante un siglo del cristianismo”.

En su lección inaugural don Demetrio Fernández ha hecho referencia a la problemática por la cual Osio de Córdoba fue considerado santo hasta el siglo VII pero a partir de entonces, san Isidoro de Sevilla lo tacha del calendario litúrgico al recibir la noticia de que Osio, en el último año de su vida había claudicado de su fe, ya que había firmado un credo semiarriano. Al hilo de esto, el prelado ha afirmado que: “hay quienes hoy afirman que Osio no firmó la fórmula semiarriana en consonancia con el conjunto de su larga vida y de su testimonio de fe. Pero en todo caso, si llegara a firmarla habría que tener en cuenta las coacciones y violencias ejercidas sobre un hombre que contaba con más de 101 años, en el destierro y acosado por obispos arrianos aliados con el poder”. Es por estos acontecimientos que se oscureció la figura de Osio de Córdoba en la Iglesia Occidental y que a través del Congreso se tratará de dar luz y revalorizar su figura.

La jornada ha continuado profundizando en la historia del cristianismo en la Bética, de la mano del profesor Luis Agustín García Moreno. En primer lugar, se ha centrado en los orígenes del cristianismo en la Bética, posicionándose en septiembre del año 400 cuando se celebró en Toledo un Concilio general de lo que eran las diócesis en España. Al hilo de esto, ha explicado que en este periodo “se elevó, según un cálculo prudente, a un número de 35 las sedes episcopales de la bética cartaginense, lusitana y tarraconense, de las que no menos de 9 estarían ubicadas en la primera, en la Bética”. Del mismo modo, ha comentado que “a finales de verano del 400 la Iglesia Hispana dio pasos importantes en su historia” y además, ha hecho un recorrido por la historia de las iglesias meridionales y las más antiguas comunidades cristianas del sur.

También, el ponente ha realizado una introducción acerca de la influencia del cristianismo norteafricano en las iglesias del sur de España y ha acercado a los asistentes a la tradición protomozárabe de los siete varones apostólicos.

Por la tarde

A partir de las 16:00 horas, se retomará las ponencias que se centrarán en la Córdoba del siglo de Osio con el profesor Pedro Lacort. Finalmente, se expondrán las tradiciones iconográficas y las tendencias de la historiografía moderna a cargo de Umberto Utro y Manuel Nieto, respectivamente.

Diócesis de Córdoba 28/10/2013

lunes, 28 de octubre de 2013

Nuestra Señora de la Soledad se viste de luto para el próximo mes de noviembre

      Un año más Nuestra Sagrada Titular es bellamente ataviada por su vestidor, Eduardo Serrano Gómez, para el próximo mes de noviembre, en el que los católicos celebramos la Solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de todos los fieles difuntos.







domingo, 27 de octubre de 2013

DOMINGO 30º del Tiempo Ordinario

      ¿Por qué le cae bien a Dios el publicano y no así el fariseo? (Evangelio: Lucas 18, 9-14). Porque el publicano reconoce que es un pobre pecador, está angustiado y acude a Dios, se abandona a su misericordia. Sin embargo, el fariseo está satisfecho consigo mismo y no se entera de que también es un pecador. Es como si no necesitase de Dios. Y las cosas son como Dios las ve.

      El libro del Eclesiástico (1ª lectura: 35, 12-14. 16-18) ofrece cómo ve Dios las desigualdades e injusticias de este mundo y nos plantea una pregunta acuciante: ¿las vemos nosotros así o convivimos con un mundo injusto sin mover un dedo para solucionar la injusticia? «Los gritos del pobre atraviesan las nubes». Pero ¿atraviesan también nuestro corazón?

      ¡Qué emocionante es la carta de Pablo, escrita al parecer en vísperas de ser ejecutado! (2ª lectura: 2 Timoteo 4, 6-8. 16-18): «He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe». ¡Quién pudiera decir lo mismo a la hora de morir! ¡Quién pudiera sentirse a bien con Dios, saber que ha hecho todo lo que estaba en sus manos a favor de los más necesitados!

domingo, 20 de octubre de 2013

DOMINGO 29º del Tiempo Ordinario

      Otra parábola sorprendente de Jesús es la que compara a Dios con un juez injusto, que hace justicia a regañadientes y por malos motivos (Evangelio: Lucas 18, 1-8). Entendamos bien: «Si vosotros, que sois malos, hacéis a veces las cosas bien, ¿cómo no las va a hacer vuestro Padre, infinito en bondad?».

      Pero la lectura del Antiguo Testamento (1ª lectura: Éxodo 17, 8-13) parece cometer un error: es como si Dios sólo ayudara cuando se le pide. Y no es verdad, pues ya dijo Jesús que Él sabe muy bien lo que necesitamos. La verdad es que en todo hay que preferir a Jesús y fiarse de Él.

      «Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda comprensión y pedagogía» (2ª lectura: 2 Timoteo 3, 14-4, 2). Esa Palabra es Jesús, que es el Vino nuevo que rompe los viejos odres. A veces pensamos que Jesús es el Antiguo Testamento mejorado. No es así. Jesús es «Buena Noticia», una novedad estupenda que nos cambia los esquemas, nos cambia de estilo y, sobre todo, nos cambia la imagen de Dios que tenemos.

Este domingo es EL DOMUND

La Iglesia Católica vive este mes dedicado a despertar el Espíritu Misionero en los fieles. De ahí que la Delegación diocesana de misiones continúe “en faena”, una vez ha recorrido todas las Vicarías de la Diócesis.

La Delegación de Misiones de Córdoba dedicará todo el mes de octubre a despertar el Espíritu Misionero en los fieles, con gestos de solidaridad hacia los 200.000 misioneros (13.000 de ellos españoles) que entregan sus vidas por el anuncio del Evangelio en el mundo.

Durante este mes se intensifica la animación misionera, uniéndonos todos en oración, el sacrificio y el aporte económico a favor de las misiones. El Delegado de misiones, Antonio Evans, ya ha recorrido la Vicaría de la Sierra, de la Campiña y el Centro Misional de la ciudad.

Asimismo, el domingo 20 de octubre se celebrará la Jornada Mundial de las Misiones “Domund” en todas las Iglesias locales.

Diócesis de Córdoba 19/10/2013

lunes, 14 de octubre de 2013

«Subida» de la Patrona en la Fiesta del Pilar


El pasado sábado, 12 de octubre, la Iglesia en España e Hispanoamérica celebraba con devoción, exaltación y gozo la Fiesta de su Patrona, Nuestra Señora del Pilar.

La Hispanidad se unía en ese, su día, para festejar a su venerada Patrona, para mostrar su ofrenda de flor y amor a la que es Nuestra Madre, María, y Madre de Nuestro Señor.

Precisamente es a Él, al que María del Pilar sostiene en sus maternales y tiernos brazos; al Niño Jesús que nos ofrece para posteriormente entregárnoslo, aunque Ella nunca lo abandona en su largo caminar. Al igual que tampoco nos abandona a todos y cada uno de nosotros, sus hijos. Y no nos abandona porque mediante su intercesión nos arraigamos y edificamos en Cristo, reafirmándonos en la fe; María es de esta forma el Pilar de nuestra Fe, de nuestra Esperanza y Caridad; es la Estrella de la Paz y por tanto de la Nueva Evangelización. En Ella se apoyan nuestras creencias, principios y valores cristianos, ya que Ella es ejemplo de fe para sus hijos, fue la que dijo sí a Dios desde el primer instante. Mediante su intercesión se produjo la venida de Nuestro Salvador, llegando la Obra de Dios a su plenitud y gracia, cuando Nuestro Señor Jesucristo tras padecer y morir por todos nosotros, por la Salvación de sus hijos, resucitó al tercer día de entre los muertos, librándonos del pecado y de la muerte, y concediéndonos la eterna vida, gloria y perdón en su Reino.

En María debemos fijarnos cada uno de sus hijos, seguir su ejemplo, seguir la luz de su Estrella, que nos guiaba en Villa del Río, en ese mismo día, hacia su Ermita, en la que si Dios quiere estará hasta un próximo 7 de septiembre. Desde su Casa, desde la Casa de su Bendito Hijo Jesús, brillará eternamente la Estrella de Villa del Río, la Estrella que preside el cielo de nuestro pueblo; es a Ella a la que tenemos que dirigirnos, para seguir sus pasos, su consejo, y agradecer su protección y auxilio constantes.

De esta forma, Villa del Río celebraba de forma particular este día dedicado a la Virgen María, y lo hacía procesionando hasta su Santuario, a la que es nuestra Patrona, la Virgen de la Estrella; esto recalca una vez más la grandeza de la Iglesia, y a la vez, su muchas particularidades, ya que a pesar de ser María una, en cada rinconcito de la Iglesia se la venera de una forma particular, con una advocación singular; esto reafirma la devoción del pueblo católico a María y su eterna veneración, en comunión con la alabanza a Cristo Resucitado, y su bendita adoración como Pan que nos sacia y nos colma de vida.

La veneración a la Madre tiene que ir acompañada de la adoración al Hijo, hecho Eucaristía, presente entre nosotros en cualquier lugar y momento; la unión de María y Jesús, es digna de recalcar y de alabar, esa unión se hace realidad en las imágenes de la Virgen gloriosas como son la del Pilar y la de la Estrella; la unión de Dios y la Santísima Virgen constituyen el misterio de nuestra fe, que se apoya constantemente en el Pilar de María; desde el Pilar comienza el camino del cristiano, desde su firmeza en la fe, María, la Estrella, nos irá guiando por camino firme y seguro pero en el que de vez en cuando encontraremos baches y dificultades que superar, cuya función es hacernos más fuertes y mejores como personas cristianas integrantes de una sociedad que tanto necesita seguir este camino, que sin duda llegará a buen puerto, llegará a la Luz que es Cristo Jesús, que en los brazos de María nos bendice y nos transmite todo el amor que profesa por nosotros; amor con el que debemos de corresponderle amándolo a Él sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Esto es la fe, que trae consigo la paz y el amor de los hombres; para ello tengamos la actitud de María: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra»; y Ella intercederá por nosotros guiándonos hacia Cristo; nos indicará el camino de la nueva evangelización, el que tiene como misión ir y hacer discípulos a todas las naciones.

Jesús Cuevas Salguero 13/10/2013

domingo, 13 de octubre de 2013

DOMINGO 28º del Tiempo Ordinario

      Una vez más, Jesús se dedica a lo suyo, a curar, bien sea enfermedades o pecados: se trata de liberar a los oprimidos (Evangelio: Lucas 17, 11-19). La curación de que realiza es signo de la presencia de Dios, que rompe cualquier límite que le intentemos poner.

      Ya en el Antiguo Testamento la Salvación de Dios se manifiesta más allá de Israel, como en Naamán, el sirio (1ª lectura: 2 Reyes 5, 14-17). En el Evangelio Jesús sana a un leproso samaritano, porque «la Palabra de Dios no está encadenada» (2ª lectura: 2 Timoteo 2, 8-13). A Dios no lo detienen nuestros prejuicios. Es de todos y para todos, porque todos somos sus hijos. ¡Qué preciosamente lo entiende Pablo!: «Si somos infieles, Él permanecerá fiel».

      Es hora, y es urgente, de que miremos despacio, detenidamente a Jesús para cambiar definitivamente la imagen de Dios que tenemos. Dios es como se muestra en Jesús. Cualquier otra imagen es una caricatura. Dios es como el médico, como el juez. Es como el pastor, no como el lobo que acecha para matar. El que hable de otros dios es que no ha conocido a Jesús, ni lo ha creído.

sábado, 12 de octubre de 2013

Fiesta de NUESTRA SEÑORA del PILAR, PATRONA de la HISPANIDAD


Cuenta una feliz tradición que la Virgen del Pilar se apareció al apóstol Santiago cuando este evangelizaba España. Al parecer la dureza de sus habitantes y su cerrazón al evangelio habían desanimado al hijo del Zebedeo. Entonces, a orillas del Ebro se apareció la Madre de Dios y le reconfortó. A nadie se le escapa la necesidad que tenemos en esta hora, en España, de recuperar la experiencia del Apóstol, porque también hoy nos desanimamos fácilmente ante las dificultades que encontramos para la evangelización.

No sabemos que le diría nuestra Madre a Santiago, pero su sola imagen ya es toda una explicación. Si nos fijamos en ella vemos que hay un pilar inmenso y que la figura de María es desproporcionadamente pequeña. ¡Qué lección! El pilar de la fe sostuvo a la Madre de Dios y será también pedestal firme para todos los que se apoyen en él.

Si nos fijamos, el Evangelio de hoy, también nos dice algo en ese sentido. Una mujer, llevada de su entusiasmo por el Señor, bendice a su Madre. Jesús inmediatamente la corrige con estas palabras que pueden resultar difíciles de entender: “Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.

Para nada el Señor menosprecia a su Madre ni la relega a un segundo plano. Lo que hace es corregir la mirada de aquella mujer invitándola a que pase de lo humano a la acción de la gracia. Ciertamente muchas virtudes humanas adornan a la Virgen Madre, pero no son nada comparadas con la acción de la gracia en ella. María es la primera oyente y cumplidora de la Palabra de Dios. No sólo recibió el anuncio del ángel sino que respondió con ese tremendo “hágase”, eco de la voz de Dios cuando creó el mundo. Así, si se permite la expresión, autorizó a Dios para que llevara a cabo su obra redentora y, voluntariamente, se reconoció pequeña para poder ser ensalzada, sobre ese pilar, por el Señor.

La Virgen del Pilar no sólo animó al Apóstol Santiago para que no abandonara su misión y completara la evangelización de las tierras de España. Bajo su amparo fueron muchos los misioneros que, emulando al apóstol, llevaron el evangelio a las tierras de América. Es por ello que también hoy se conmemora el día de la Hispanidad. Mirando a María sobre su pilar, reconocemos las obras de la fe. Desproporcionadas para nuestras fuerzas pero posibles para Dios. Ello nos mueve a una oración de agradecimiento pero también para seguir pidiendo la protección de la que siempre ha sido buena con nosotros.

En estos momentos, en que nuestro país sufre muchos males, y tantas personas no tienen empleo, y en que la sociedad parece que se aleja de Dios podemos descorazonarnos. Esta fiesta, sin embargo, viene a recordarnos que todo lo podemos en Aquel que nos conforta. Si Dios hizo obras grandes en María también quiere seguir haciéndolas en el presente. Pero nos invita a unirnos a ella acudiendo con espíritu filial. En la Virgen encontraremos refugio, consuelo y aliento.

domingo, 6 de octubre de 2013

DOMINGO 27º del Tiempo Ordinario

      El Evangelio (Lucas 17, 5-10) es un precioso ejemplo del estilo de Jesús. Una fe pequeñita puede mover las montañas y tirarlas al mar. Pero ¿para qué sirve tirar montañas al mar? Y es que el estilo de Jesús es muchas veces exagerado, como lo del camello y el ojo de la aguja, o como lo de la viga y la paja. Preciosas exageraciones para que el auditorio capte claramente la importancia del mensaje.

      El mensaje de hoy es estupendo: el poder de la fe. A veces nuestra fe flaquea, a menudo es débil. Es el momento de despertar, de fiarse más aún de Dios, de dar de nuevo nuestro asentimiento a Jesús: «Sólo Tú tienes palabras de vida eterna»; «te seguiré a dondequiera que vayas»; «daría mi vida por ti». Todos los profetas han tenido sus crisis, a veces tremendas, como vemos en la primera lectura (Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4), y los ánimos que da Pablo a su discípulo Timoteo (2ª lectura: 2 Timoteo 1, 6-8. 13-14): «No nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor».